sábado, 13 de noviembre de 2010

compras escolares

De compras por la sección "Artículos de librería" por Carref*ur, no es difícil ver algunas situaciones que te hacen reir en las caras de los compradores o bien, te entristecen y te ponés a llorar a sus pies (si seguís cualquiera de las dos opciones, sos un pelotud* con diploma). Veamos:

Agarrás tu carrito de supermercado (que por cierto siempre te toca el chueco o con una rueda deforme que gira para todos lados y te hacen licenciarte en el arte de putear a don Carref*ur) y te metés en esa zona repleta de gente desesperada por comprar y sus hijos maravillados de tanto color, de tanto glamour librerístico, para que los pendejos te pierdan el 75% de sus pertenencias (que hicieron que gastes tu sueldo y no permitieron comprarte el disfraz de policía o mucama sexy que tanto ansiabas) en la primera semana.

En nuestro recorrido vemos a las madres que lo quieren todo. Su factura se hace interminablemente larga porque se compraron la vida, incluyendo esas boludeces que sus hijos no van a usar, pero no sé por qué mierd^ se los compran. A saber: punzones, lupas, papel glasé, ganchitos para abrochadoras, adhesivos sintéticos con brillito y olor a frutilla de la marca de la put^ de V^lentina, entre otros inútiles artículos.
¿Para qué caraj* vas a comprarle a tu hijo un punzón? ¿Eh? Decímelo ahora y te regalo un resaltador de Winnie the Po*h.

Llegás por fin a ver la góndola de este año que prepararon especialmente para que los pendejos quieran, quieran y quieran. ¿Qué caraj* quieren? Ese lapicito que se dobla con los colores de Yupanqui, esa lupa con los stickers de regalo de Britney Sp*ars, esa lapicera a fuente que le trae una stripper de regalo a los padres...

Y bueno, agarramos todo lo que podemos y llega la hora de pagar.
La tarjeta se derrite, la Vis^ explota en nuestras manos, la M^ster Card se vuelve una bosta amarillo-anaranjado, el mundo de It^lcred decrece y nuestros ojos se convierten en bronca a nuestros hermanos/hijos que quisieron llevarse ese juego de mapas de Oceanía de Tom y Jerry.

Repito, una boludez diplomática y con doctorado en pelotudismo.

Nuestro día de compras culmina entonces con una depresión típica de la put^ madre.

Amén.



Publicado previo al 2007 - Puede no atribuirse al pensamiento actual.

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